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¿Cuántos buscamos solo un momento en la presencia de Dios? ¿Por qué sólo buscamos lo suficiente para un momento? ¿Por qué nos limitamos de esa forma? ¿Sabías que tienes derecho a más allá que un simple momento en Su presencia? Tienes lo suficiente para una vida entera, y plenamente, y para compartir con otros, no solo lo suficiente para sobrevivir.

Una de las expresiones más bellas de nosotros hacia Dios es el dar gracias; el rendir alabanza y adoración. ¿Cómo logramos esto? Simple. En Salmos 100:4 dice “Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre”.  Eso es todo; vas y le dices a Dios cuán agradecido estás con El por todas las bendiciones que Él te ha dado; y aun por las cosas que están por venir, porque aun en eso, y especialmente en eso, le demostramos nuestra Fe y Confianza en El que sus promesas se llevarán a cabo.

Estamos acostumbrados a alabar y adorar a Dios los domingos por la mañana.  La mayoría de las iglesias creyentes tienen un servicio de alabanza y adoración que precede el servicio/culto como tal.  Dura quizás unos 30 minutos en promedio.  ¿Pero sabías que Dios quiere más que eso? Ahora, no me mal interprete.  Ese tiempo antes de escuchar la palabra de Dios y recibir de Él, es muy importante.  De hecho, ese tiempo de alabanza y adoración prepara su corazón para recibir la palabra de Dios.  Es algo muy importante que no se debe pasar por alto.  Grandes cosas pueden suceder durante ese tiempo, sin embargo, en los momentos más íntimos, es cuando escuchamos más de Dios. Cuando tomamos el tiempo de alabar y adorarlo en el día a día. Simplemente hablar con Él, darle las gracias, decirle cuánto lo amas y sumergirte en su presencia.  Algunas veces sin tener que decir nada, simplemente dejar que El toque tu corazón. Otras veces sólo escuchando música que edifique tu espíritu.  Cuando todo está en calma, y entramos a Su presencia, lo escuchamos… Lo escuchamos de una forma tan nítida.

Escuchar música que edifica tu espíritu es escuchar la expresión de las emociones que tienes; emociones de amor, agradecimiento, de gozo, felicidad, y mucho más. De hecho, la diferencia entre las alabanzas y adoraciones tienen un significado especial. Las alabanzas son eso; dar gracias y alabar por todo lo que nos ha dado; cantar y regocijarse de una manera jovial.  En las adoraciones ya entras a unos momentos más íntimos para uno recibir de Dios.  Tanto la alabanza como la adoración, abre las puertas para que grandes cosas sucedan en sus vidas.

Cuando estés feliz; alábalo. Cuando estés triste; alábalo. Cuando te sientas perdido; alábalo. Cuando te sientas que no puedes más; alábalo. Cuando te sientas agradecido; alábalo. Cuando estés en tu carro en camino al trabajo, ponga una canción de alabanza y/o adoración, o mientras estés en su casa, o aun en su tiempo a solas orando y hablando con el Señor.  Alábalo en cada momento y oportunidad que tengan. En esos momentos llegan las respuestas que tanto buscaban.  Así me paso a mí un día. Era un día como cualquier otro; estaba cortando el césped, y escuchando una canción de adoración cuando Dios me habló.  Honestamente uno de los momentos más nítidos y claros en mi vida espiritual. Acuérdense que Dios lo que quiere es pasar tiempo con usted.  La relación ya fue establecida al momento que le entregaste tu vida a Él, ahora es fomentar la comunión entre tú y Dios. Y qué mejor que rendirle lo mejor de nosotros a través de nuestras alabanzas y adoraciones.  Y no se preocupen si cantan bien o no, porque Dios no mira eso; el Señor mira su corazón.  Y el escuchar las bellas y puras palabras de sus corazones, es música para El; lo agrada.

¿Quiere llegar a otro nivel en su camino espiritual? ¿Quiere agradar a Dios? ¿Estar lleno de Gozo? ¿Recibir la respuesta que tanto busca? Pues sólo hay que estar lleno de ¡Alabanza y Adoración para el Dios altísimo!

Este primer paso abre las puertas para estar en la Presencia de Dios, un tema que platicaremos más a fondo en nuestro próximo blog. ¡Estén al pendiente!

¡Gracias de nuevo por su tiempo, apoyo y oraciones! ¡Que sean bendecidos en todo tiempo!

Recuerda, Dios te ama, nosotros te amamos, ¡y Jesús es el Señor!